Es culto, guapo, educado y ¡quiere presentarme a sus padres!

Al fondo del camino, acotada por ingentes cipreses, diviso una casa que crece según nos vamos acercando. En vano busco otra, algo más pequeña. 

Aparcamos frente a una escalinata donde descubro a cuatro personas uniformadas. Bajamos del coche y una pareja se nos acerca. Me aferro a su brazo, perpleja y nerviosa, tratando de que no se me caiga al suelo el ramo de flores que traigo para sus padres. 

«Tranquila, cariño, vas a encantarles». 

Él; elegante, alto, bien parecido, me extiende su mano segura. Ella; chaparrita, con lujoso traje Chanel, cara acecinada, prominente barbilla, ojos saltones, generosa nariz, exquisitamente maquillada y peinada, me abraza emocionada.

A la vuelta de la inolvidable y maravillosa jornada, le reprocho que me ocultase que su familia era rica.

—No lo consideré importante —contestó tajante—, pero… ¡a que mi padre es un fenómeno y mi madre, adorable y guapa!

El amor de un hijo por su madre, una cruzada que no estaba dispuesta a batallar. 

—Sí, tu padre es encantador y tu madre adorable —y mordiéndome la lengua añado—, y guapa… ¡muy guapa!

2 comentarios en “Es culto, guapo, educado y ¡quiere presentarme a sus padres!

Deja un comentario