Parafilia

No recuerda su niñez sin una canica en las manos. Era un fiera jugando con esas bolas de colores. Las tenía pequeñas, medianas, grandes. De las primeras andaba sobrado, se las fue ganando una a una a los chicos del barrio. De las segundas tenía menos, las robaba del tarro que su hermano tenía escondido en…

Goteras

«Pues sí, cariño, yo pensaba que no, pero existen. Recuerdo que según me acercaba al medio siglo se me instaló en el pie derecho un dedo martillo, en el izquierdo un disforme juanete y un par de puentes en la boca. Apenas traspasé los sesenta, una persistente tendinitis viaja de hombro a hombro como Pedro…