Despistada equidad
Están sentados en un mismo banco de la comisaría. El más joven, en el medio, está aterrado. Ha robado una gallina y podría caerle un buen marrón; si lo encarcelan, quién cuidará de su madre y sus hermanos. El de la derecha respira tranquilo —su padre está en la oficina del jefe—, se divierte mirando…