No eran ricos, ni vivían en una mansión. Lo del yate y los caballos; mentira. Tampoco celebraba sus cumpleaños con suntuosas fiestas.
Hacían vida sencilla. Cenaban, charlaban, veían televisión.
Sus compañeras la envidiaban… por las sobremesas, las veladas en el salón, porque sus padres después, se iban a la cama juntos.
http://www.cincuentapalabras.com/2015/08/hay-cosas-que-el-dinero-no-puede-comprar.html